Hace dos días que murió este simpático actor conocido por su paciencia y por sus mamporros con la mano abierta que tanta gracia hacía a la gente de mi generación, cuando lo políticamente correcto no llevaba las cosas a extremos absurdos. Este actor, nadador, guionista, cantante, dicen los medios, sólo tuvo una palabra en sus labios antes de morir, la última palabra, una palabra mágica: GRACIAS.
Morir con la palabra Gracias, significa que tu vida ha sido plena, que tu legado es hermoso, que tu herencia es positiva, que la vida ha sido justa y que tus días han estado llenos de algunos sinsabores pero sobre todo de grandes experiencias. Agradecer el viaje implica que el viaje ha merecido la pena aunque llegue al final. Por eso tenía que escribirlo, porque no todo el mundo muere dando las gracias con el último aliento.
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