miércoles, 18 de enero de 2017

Cristopher Reeve, el verdadero Supermán

Cuando era pequeña, la película de Superman, me fascinó. ¡Me encantó el personaje! Un humilde héroe que se oculta bajo la figura de un educado periodista, amable y respetuoso, capaz de guardar su gran secreto frente a cualquier provocación mundana. Sobre todo, el hecho de que pudiera volar era para mí algo sorprendente. Cristopher Reeve, el actor que encarnaba el personaje, era perfecto a mi juicio. Consideraba, siendo una niña romántica como era, que tenía la belleza perfecta para encarnarlo y que le aportaba una dulzura especial (dulzura que, por otro lado, le debía al actor de doblaje y su voz suave).

Como a todo niño que tiene un ídolo y que recibe una mala noticia, fue para mí un duro golpe, saber que el actor había sufrido un accidente que le había dejado tetraplégico.  Mi imagen de Reeve era la de un actor que había encarnado un gran personaje y que había sufrido un revés tremendo en su vida. Después supe que nunca se rindió e intentó caminar hasta el último día de su vida y sólo por eso, yo siempre lo vi como el gran superhéroe que interpretó.

Sin embargo, hace unos meses, un revés melancólico me llevó a leer la verdadera vida de Reeve y me fascinó todavía más la persona confirmándose con más fuerza que la  superó al personaje. Cristopher y su gran esposa, Dana, dedicaron toda su vida a ayudar a personas parapléjicas. Lo curioso de este asunto es que trabajaban por estas personas antes del accidente de Reeve. Pasaron mucho tiempo recaudando fondos para investigaciones que pudieran llevar a estos enfermos a la ilusión de caminar.

Era un gran deportista y le gustaba la equitación. Cuando Reeve quedó paralizado por la caída, tuvo ese momento terrible que tienen las personas que pierden la movilidad y quiso suicidarse. Pero su esposa Dana le dijo que decidiera lo que decidiera estaría con el para siempre. "Sigues siendo tú". Reeves comenta en su libro "Sigo siendo yo" que esas palabras fueron las que le salvaron la vida. Gracias a esas palabras, Reeve y Dana siguieron dejando una hermosa huella en este planeta hasta los últimos días de mi superhéroe favorito.

Gracias por tu ejemplo allá donde estés.

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